¿Alguna vez viste a un tío con traje de lunares y nariz roja dándole duro? En estas escenas gay, los payasos se la jalan y se montan, a veces en medio de una carpa de circo con olor a algodón de azúcar. Uno se tropieza con los zapatos gigantes mientras el otro lo agarra por detrás y le da con todo. Es raro, pero cada movimiento resalta con esa pintura en la cara.