Los clips gay de venganza suelen mostrar a tíos movidos por el despecho, follando a saco en un sofá hundido en un salón lleno de trastos, con latas de birra vacías rodando por ahí. La tensión se corta con un cuchillo, con movimientos rápidos y brutos. A veces se ve un marco de foto roto en la pared, dando pista del rollo. Todo va de ajustar cuentas entre estos machos.