Hay algo distinto en ver a tíos ponerse encaje y faldas, ¿no? Estos chicos sissy se provocan y posan en cuartos llenos de trastos, con un pincel de maquillaje o una cinta rosa como accesorio juguetón. Los ves rozarse y contonearse frente a espejos, con los tacones sonando en el suelo. Es una mezcla atrevida de estilo y movimientos explícitos.