Aquí los chicos se ríen mientras se hacen cosquillas con dedos rápidos, tirados en un sofá viejo y disparejo. A veces empiezan con un roce juguetón antes de sujetar a alguien y lamer un punto sensible. En un clip, usan un plumero como accesorio raro, alargando las risas antes de pasar a algo más duro.